El ATP 250 de Gijón culminó el éxito de la Real Federación Española de Tenis, que ha logrado pasar de tener 62 torneos internacionales en 2016 a 132 en 2022 en todo el territorio nacional.
El tenis español ha logrado 14 títulos ATP en 2022, siendo el país con mayor número de logros en el circuito masculino. Situándose muy por delante de potencias mundiales como Estados Unidos (8) o Rusia (7).
Carlos Alcaraz y Rafael Nadal ondean la bandera del tenis español en lo más alto del ranking ATP por primera vez en la historia de nuestro deporte. El murciano es el tenista más joven de la historia en concluir el año como N.1 del mundo, con 19 años y 214 días.
Esta gran pirámide de torneos internacionales en España permite también al tenis español tener triunfos en todos los escalones, incluida la etapa júnior, donde Martín Landaluce reflejó la buena salud para el futuro, revalidando el título español en el US Open júnior, y las semifinales en Wimbledon júnior.
Todo este éxito es fruto del trabajo de jugadores, clubes, técnicos y también del incansable esfuerzo económico y de planificación de la RFET. «Tener la mejor pirámide de torneos internacionales del mundo es algo más que tener muchos campeonatos. Para los jugadores es la diferencia entre ser profesionales o no serlo. Poder llegar al top 100 en chicos y chicas sin casi salir de nuestro territorio supone un enorme ahorro de costes para su formación y además genera un ambiente de competición por todo el territorio que siempre da sus frutos», asegura Miguel Díaz Román, presidente de la RFET.
«Recordemos que, por ejemplo, Carlos Alcaraz, comenzó el año 2021 ganando los ITF de principios de temporada y prosiguió imponiendo su categoría en varios de los ATP Challenger realizados ese mismo año. Ahí está la utilidad de nuestro esfuerzo. Pedro Martínez, Jaume Munar, Alejandro Davidovich, Roberto Carballés o Bernabé Zapata, que han logrado dar el salto, ser tenistas profesionales gracias a los torneos que organiza la RFET. En cuanto a chicas, este año Cristina Bucsa, Marina Bassols y otras jugadoras han aprovechado la oportunidad de tener tantos torneos internacionales en España y ya rozan la élite», prosigue Díaz.
Paula Badosa brilló escalando al segundo puesto del ranking mundial y ganando el WTA 500 de Sídney. Además, el tenis femenino español acumuló seis títulos más en los torneos de 80.000 y 60.000 dólares.
El tenis en silla es otra de las patas importantes del trabajo de la Real Federación Española de Tenis y lo refleja el ascenso de los tenistas españoles a nivel internacional. Martín De La Puente se convirtió el pasado mes de noviembre en el Número 1 del mundo de dobles, tras ganar el Masters, después de un año donde ha ganado el US Open de la misma especialidad, y ha disputado Roland Garros y el US Open en individuales, donde llegó a situarse en el N.6 del mundo.
Daniel Caverzaschi también se sumó a la historia del tenis español, entrando junto a Martín De La Puente en el Top10 mundial individual, ubicando a dos tenistas españoles dentro de los mejores del mundo.
Sobre la arena, Antomi Ramos también ha dado muchos triunfos al tenis español. El número uno mundial de tenis playa conquistó su segundo título mundial el pasado mes de septiembre y ha firmado ocho victorias más en el circuito internacional.
El presidente de la RFET finaliza diciendo que «todo esto teniendo además las escuelas de base de los clubes en máximos históricos. Para el año 2023 hemos mejorado aún más las cifras. Tendremos un calendario envidiable, una vez más, el mejor del mundo».
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