Una vez transcurridos ocho días desde la destitución de Paulo Pezzolano, como entrenador del Real Valladolid, donde los resultados deportivos bajo la dirección del interino, Álvaro Rubio, se salda con un pase a la siguiente ronda de la Copa del Rey tras vencer al Real Ávila, y una nueva derrota liguera ante uno de los conjuntos que peor empezó la temporada, pero que con la llegada de Diego Martínez ha dado un giro de 180 grados, como la UD Las Palmas, los que siguen sin aparecer, sin tomar decisiones e intentar salvar la situación deportiva, de un club cada vez más a la deriva, es el máximo propietario Ronaldo Nazario, que demuestra cada vez más, que el Real Valladolid le interesa entre poco y nada, con un Director Deportivo que no es capaz de lograr cerrar un entrenador hasta final de temporada, que intente el milagro de la salvación, de devolver la ilusión pérdida a la afición y de recuperar a una plantilla, que cada día que pasa cada vez está más devaluada.
Se esperaba que en el día de hoy se confirmará la llegada de Gabriel Heinze a Valladolid, pero de momento no ha sido posible lograr un acuerdo, por lo que de momento seguirá Álvaro Rubio, como técnico interino, una situación nada fácil tampoco para él, que no sabe cuanto va a durar. –
Mientras todo esto ocurre, la afición ha entrado en depresión ante el abandono de los propietarios, con Domingo Catoira que piensa que lo importante es «ser o estar feliz» y «no estar todo e día de mala leche», pero donde tampoco es capaz de realizar el trabajo por el cual el club le firmó un contrato.
Las preguntas que se hacen los aficionados, socios y seguidores del conjunto blanquivioleta son: ¿Hasta cuando con esta situación de dejadez? ¿Cuándo venderá Ronaldo? y con las afirmaciones de que Valladolid y el Real Valladolid no se merece lo que esta pasando y sufriendo, por ser un equipo histórico y en el año en el que se ha batido el récord de abonados con 24.000.
Ahora ya solo toca esperar o rezar, para que esta situación de desanimo, abandono y dejadez acabe lo antes posible, para poder intentar la salvación, algo que a día 9 de diciembre de 2024, parece una odisea difícil de conseguir, quizás los aficionados esperen un regalo de reyes para el año 2025 en el que todo lo vivido hasta ahora, sea una pesadilla que ha llegado a su fin.
La última petición que se hace desde la propia ciudad de Valladolid, se puede resumir en «No dejen morir a un club histórico, en su año con mayor apoyo social», quizás es el momento de que las instituciones más representativas de la ciudad junto con los empresarios, también dieran un paso hacía adelante para lograrlo.