El portero eibarrés del Recoletas ha decidido poner punto final a su larga trayectoria profesional y no comenzará la segunda vuelta de la Liga Plenitude ASOBAL con los gladiadores azules. Lamariano se retira tras 22 años de carrera en la élite y militar en 9 clubes
El portero del Recoletas Atlético Valladolid Yeray Lamariano, ha decidido poner punto y final a su trayectoria como profesional del balonmano. Por este motivo, el jugador no comenzará la segunda vuelta de la Liga Plenitude ASOBAL con los gladiadores azules.
El propio jugador ha confirmado su retirada en una entrevista en vídeo que se puede ver en la web oficial del Recoletas y en sus redes sociales, en el que ha repasado su extensa trayectoria y los momentos más emocionantes de su vinculación al balonmano, deporte al que ha permanecido ligado más de media vida.
Yeray Lamariano de 40 años y 1,88 de estatura, da por finalizada de este modo una exitosa y longeva carrera de 22 años como profesional que comenzó en 2001 y en la que ha sido parte de nueve clubes distintos. Además del Recoletas Atlético Valladolid, Yeray ha jugado en el Abanca Ademar León, con el que ganó la Recopa de Europa, Bidasoa Irún, Academia Octavio, Antequera, BM Valladolid (2011-14), coincidiendo en aquel periodo por primera ocasión con el que ha sido su compañero bajo palos César Pérez, para después estar en dos etapas en el BM Nava, logrando el ascenso a ASOBAL en la segunda, y entre medias de ambas pasar de nuevo por Ademar y militar en el BM Cangas y el Chartres de la segunda división francesa.
El guardameta del Recoletas fue internacional con España en categorías inferiores; juvenil y junior, y en esta última etapa en Valladolid con la que ha cerrado su carrera como deportista profesional, ha disputado 71 partidos en Liga Plenitude ASOBAL en los que ha acumulado 330 paradas y anotado 2 goles. Además, el portero vasco ha intervenido en 6 choques de Copa del Rey en estas dos temporadas y media en las que ha permanecido ligado a la entidad pucelana.
Lamariano no ha podido disputar con el equipo castellano los tres últimos partidos de la primera vuelta de liga, ya que sufrió una lesión tras un balonazo en el rostro en el encuentro frente al Fraikin Granollers de la jornada 12, que le impidió volver a las pistas durante la primera vuelta.
El jugador traslada como se siente tras decidir retirarse, “son sentimientos encontrados porque es una decisión que está meditada y que me ha costado tomar, pero que creo que es lo mejor para mi. Encontrada porque el balonmano es algo que he hecho durante 22 años profesionalmente pero otros más como amateur y como juvenil o cadete, además dejaré de hacer algo que es lo que más me gusta pero tenía que llegar en algún momento”, explica Lamariano.
De su trayectoria, Yeray se queda sobre todo con la parte humana, “he tenido una carrera deportiva de la que me puedo sentir orgulloso, he ganado títulos, he tenido descensos, he ganado muchos partidos he perdido otros, pero durante ella he conocido a mis mejores amigos y creado una familia gracias al balonmano”, señala.
Además Lamariano reconoce que se ha desarrollado como persona y ha madurado durante su etapa profesional en el balonmano, “sobre todo me ha permitido hacerme como persona, construir una persona que es la que soy ahora y me ha dado muchas cosas buenas, he aprendido a vivir a través del balonmano, de las ciudades y de los compañeros, muchos de ellos amigos, con lo que me he encontrado y a los que siempre intenté ayudar”, asegura el ya ex portero del Recoletas.
Sobre sus recuerdos a nivel deportivo, el guardameta guipuzcoano rememora la “fase de ascenso a ASOBAL en Segovia con BM Nava donde perdimos el último partido contra Sinfín. Me hizo ver que los malos momentos se superan y que no hay que rendirse, hay que seguir adelante ya que a veces un pequeño paso atrás significa dos hacia adelante”, subraya.
Por último, Yeray Lamariano destaca su fuerte vínculo con Valladolid y el Recoletas, “Valladolid es la ciudad donde he conocido a mi mujer y creado mi familia, es mi casa y donde voy a vivir. Al Recoletas lo voy a recordar siempre y va a ser especial porque es mi último club, me habría gustado terminar de otra manera deportivamente hablando y despedirme en la pista, pero una serie de circunstancias sobre todo laborables, me han hecho despedirme de esta manera”, lamenta.
“Desde Huerta del Rey agradecer al club, al cuerpo técnico, David y Óscar y a los demás, a mis compañeros por estas tres últimas temporadas que han sido maravillosas y extender ese agradecimiento a los clubes en los que he estado y a sus aficiones, ya que siempre me he sentido muy querido”, concluye.